jueves, 4 de diciembre de 2008

Tocamos la virginidad.

En otros términos, justamente, precisamente en ello radica el placer, en mi invento, en ser cosa mental y virginal.
¿Qué tiene que ver la virginidad en todo esto? Se hace el inocente, con algo de bromista.
No, no la virginidad de la otra, sino la de uno mismo. Ni la de la mujer ni de los objetos ni la de los paisajes ni la del arroz con leche.
Es la virginidad mía, mi calidad interior de persona gozante, que aunque goze de algo, del mismo algo, por enésima vez, gozar es estar en situación de primera vez, de primer contacto. Renacer en ese contacto. En ese contacto la ocasión de mi placer, si era conocida, renace, y yo en esa ocasión, con esa ocasión.
El placer es mió.
Deriva del yo más interior y fruidor…

sábado, 13 de septiembre de 2008

El tiempo


Hablemos del tiempo.

Tiempo es lo que falta.
Tiempo es lo que te sobra.
Una persona como la gente nunca tiene tiempo. Es el tipo de la agenda. Si es computarizada mejor.
Queda bien llorar, golpearse el pecho, porque uno no puede atender a los hijos, por esa falta, la falta de tiempo. Es que uno se sacrifica, por eso no tiene tiempo. Se sacrifica por lo hijos, y de esa manera sacrifica a los hijos. Sentirse culpable es una de las grandes hazañas de nuestro tiempo. Para tener tiempo, dice la gente, hay que irse. A la playa, a la montaña, a Miami, lejos de este mundanal ruido.
A otro mundanal ruido.
A cambiar de aire, es decir de tiempo, es decir de ruido.
Pero de pronto aparece el tiempo y ahí esta y tiene forma de agujero y color de negro opaco y aroma de angustia. Es cuando uno no sabe que hacer.
Uno no sabe que hacer cuando pierde las recetas de la semana y del fin de semana y se siente vació.
Se siente malo , porque esa justamente es la libertad, y ese aspecto tiene de... tienes que hacer algo contigo mismo , en eso consiste la libertad, en que debes responder a tus preguntas y el mercado de lo enlatado tiene para estos tópicos las persianas bajas. Tiempo de soledad, tiempo de tiempo. Invertir es pensar. El resto es pasar el tiempo o matarlo.
Como si fuera algo viviente .




Tu eres lo que los otros dicen que eres.

Fundamentalmente se vive siendo lo que otros deciden que uno es. Es un drama. Pero así es!!
Dependemos de la palabra, de esa bocanada de aire que sale de la boca de alguien y que te dice que lindo, que arrugado, que depre, que grande, pero la vez pasada estuviste mejor.
Siempre que alguien se acerca a comentarme algo de mi, tiemblo. Me irrita que el otro decida mi ser. Aunque me halague.
Porque en cualquier halago puede colarse un fleco de una frase de una alusión, de alguna ambigüedad y ya no duermo y me quita el apetito, no el de comer, pero otros apetitos, porque me persigue, me obsesiona...
Me atormenta esta dependencia. Y más me atormenta necesitarla.
Voy y vengo del mundanal ruido y no consigo estar conmigo.
Quien soy? ? ? el que dice que soy, la mirada ajena. Necesito a dios para que unifique todas las miradas y todos los decides y me arranque de tanta esquizofrenia existencial.

lunes, 25 de agosto de 2008

The secret. El secreto




“Ten cuidado con lo que deseas porque podría hacerse realidad”. Esta frase resume una poderosa ley del universo, la Ley de la atracción, un arma infalible para quienes sepan usarla y posiblemente inefable, para los que no reparen en sus efectos.

“The Secret”

es un documental del estilo ¿Y tu que sabes? (What the bleep do we know?) desde la cual se nos invita a ver las cosas desde otro punto de vista, donde científicos, filósofos, psicólogos, escritores, nos hablan sobre un gran secreto del universo que ha pasado a través de las edades, viajando en los tiempos.
“The Secret” nos revela el secreto a la abundancia y alegría ilimitadas, salud, dinero, relaciones, amor, juventud: todo lo que has deseado siempre.
Por primera vez, científicos, escritores y filósofos revelan el secreto que trasformo completamente las vidas de cada persona que lo han sabido siempre… Personas como Platón, Beethoven, Shakespeare, Einstein.
“The Secret” habla sobre una ley universal, una ley del estilo de acción-reacción, que viene a decir que toda acción conlleva una reacción. El Secreto concretamente nos habla sobre la ley de la atracción, que básicamente trata de que lo semejante atrae a lo semejante, como esta ley de la misma manera que cuando dos violines situados cada uno en los extremos de una habitación si en uno de ellos comenzamos a tocar una nota, en el otro violín siguiendo esta ley de atracción comenzará a vibran haciendo sonar esta misma nota.
The Secret” nos muestra como esta ley nos afecta, lo que implica esta ley aplicada a nuestros pensamientos.
La película ha sido criticada en diversos ámbitos, aunque su crítica más central y objetiva es que ha sido excesivamente orientada hacia el éxito económico, muy al estilo californiano.
Dirección: Drew Heriot.País: USA.Año: 2006.Producción: Rhonda Byrne (Executive Producer), Paul Harrington (Producer).Distribución: Prime Time ProductionsIdioma: InglésEstreno en USA: 26 Mayo 2006.Estreno de la Versión en Español: 1er semestre del 2007
Ley de Atracción.
La misma dice que todo atrae a su igual y que todo aquello en lo que una persona concentra su atención es lo que expandirá, lo que alimentará y atraerá una y otra vez.Aquello que atrae una persona no necesariamente será bueno, podría ser perjudicial para su vida. Aquí entran en juego las vibraciones que emana todo ser humano, estas pueden ser positivas o negativas, de acuerdo a sus pensamientos y, como dice la ley, atraerán a su igual. Un buen ejercicio para confirmar este fenómeno es recodar individuos negativos que hayan aparecido en nuestras vidas y asociar las situaciones vividas y pensamientos que hicieron que esas personas se acerquen e interactúen con nosotros. Seguramente en nuestra memoria encontremos a los disparadores que provocaron esas presencias. De la misma manera podremos detectar las causas que hicieron que personas bondadosas, caritativas y llenas de buena onda hayan sido el mejor entorno que pudimos tener en determinados momentos de nuestras vidas, seguramente nos recordaremos a nosotros mismos con cualidades similares a las que supimos recibir.Esta ley actúa como imán, atrayendo pensamientos, estilos de vida, personas, situaciones, conductas, salud, enfermedad, etc. Por eso, la persona que habla todo el tiempo de enfermedades, es más proclive a sufrirlas, aquel que sueña con prosperidad, va cumpliendo su meta, y el que grita al universo que quiere ser feliz, lo logra.
Claves para la buena atracciónTendrán un papel fundamental para lograr los efectos deseados, la fuerza de nuestro pensamiento, el que deberá estar enfocado en aquellas cosas que nos hagan bien, la armonía con aquello que necesitamos o deseamos sumar a nuestras vidas y la acción, ya que nada sucederá como por arte de magia, sino que debemos trabajar para que suceda de la manera más correcta. El poder descubrir el poder de esta ley puede ser una herramienta incondicional para vivir una vida más amena y gratificante. Para comenzar a ponerla en práctica, hay algunos pasos muy útiles a tener en cuenta:
*Despejar el pensamiento negativo
*Eliminar de nuestro vocabulario las palabras y/o frases: No, No puedo, No sirvo, Nada me sale bien, Siempre me siento mal.
*Ante metas que se perfilan dificultosas, preguntarse: ¿Cómo puedo hacer para lograr tal o cual cosa de la mejor manera posible.
*En momentos de angustia y soledad, visualizar imágenes positivas, paisajes relajantes, situaciones de felicidad, personas brindándonos su amor.
*Escribir en un papel las cosas realmente positivas que necesitamos para nuestra vida, repasarlas a diario y actuar para conseguirlas.
*Rechazar imágenes de miedo, dolor y estados de ansiedad.
*Escribir en un papel todas las cosas de las cuales estamos agradecidos.
*Escuchar música, animarse a cantar o bailar al menos una vez por día.
*Animarnos a perdonar nuestros propios errores y los de los demás, evitar la actitud culposa.
*Alejarse de todo aquello que nos provoque malas sensaciones, depresión, mala onda.

miércoles, 20 de agosto de 2008

El saber




Querer es creer.
No vivo contigo porque me eres confortable, como un sillon. No estoy contigo porque me eres util en tu conversación, o en tus ideas, o en el color de tus ojos.
Vivimos entre objetos pero el sentido se da entre sujetos.
Vivo contigo porque creo en ti. No por lo que se, ni por lo que sabes, sino porque nos creemos.

Apertura de la vocación.
Oir es estar abierto, receptivo, para captar mensajes, sonidos, silencios, llamados.
El corazón que oye es el hombre en su totalidad, ya sin demarcaciones de territorios, el hombre integro, el que se aplica a recibir la vocación ( en latín significa: “llamado”). Ser llamado es ser necesitado, reclamado. Atiende, aguza el oido, afina los sentidos: te llama algún recado, te convoca alguna misión, alguien te necesita.
Mientras tu llamas, mientras tu convocas...



Para pensar, lo mejor es dejar de saber.
El saber atesora conocimientos, ideas, datos, referencias.
Hay gente que sabe mucho. Generalmente piensan poco. Son victimas de su propia memoria. Ante cualquier problema buscan en la memoria y encuentran la solucion. Por cierto jamas es la solucion adecuada, porque todo problema es nuevo y el dato de la memoria es viejo.
Es por eso que avanzamos tan poco, en lo privado y en lo publico. Porque sabemos demasiado.
Me dices algo, y de inmediato busco en mi saber memoristico la respuesta. Ergo no te escucho. Oigo la pregunta en funcion de la respuesta que tengo adiestrada para situaciones como esta.
Y ninguna situación es como esta.
Pero asi vamos, por el camino de la rutina, de la repetición, de las respuestas armadas para preguntas eventuales. Es el saber. Es la memoria. Es la pereza.
Es la comodidad.Pensar requiere estar despierto, y empezar de cero. Tomar todos los datos de la memoria y decirles: ¡hombre pensando! No quiero saber, quiero pensar! El ahora desde ahora. El aquí desde aquí.

martes, 19 de agosto de 2008

Sabiduria


Las relaciones humanas constituyen un capítulo importante, quizá el que más, en la vida de cualquier persona normal. Por eso el mucho abundar en esta realidad, el aprender y reaprender de cada experiencia se antoja siempre insuficiente. Probablemente se sientan algunos, en ocasiones, confundidos, abrumados, por lo complejo de ciertas compañías. Intentan querer, abrirse, darse, llegar a un entendimiento, conciliar las voluntades y sin embargo se han de contentar, con frecuencia, con la decepción de no haber podido edificar la unidad con fulano o mengano; incluso tratándose de un ser querido y a pesar de los empeños tímidos o de mayores esfuerzos.

Si uno es feliz con lo que es y ha atesorado, querrá compartirlo. Y si eso que es y que tiene es digno de prodigarse, siempre habrá alguien que se abrigue al amparo de nuestro amor, y viveversa. Pero la cosa no es tan sencilla; de lo contrario, no existiría tanto abrupto y discontinuidad en la historia de las personas. A toda relación hay que sumarle siempre varios ascendientes y sería largo hablar de todos. Pero dos de ellos, importantes, son el tiempo o la perspectiva, y un mínimo de psicología, sabiduría interior, conocimiento espiritual o como quiera llamarse.

Sin el tiempo no es posible juzgar el grado de unión y a veces ni tan siquiera el tipo de relación que se está viviendo: amistad, simple ayuda, camaradería...Creo que es algo bonito del ser humano que el trato requiera normalmente un ritmo suave, como el de la naturaleza, para echar raíces y afianzarse. Y es ahí por donde vienen muchas desilusiones, desencantos, dimes y diretes, "si yo lo hubiera sabido antes..."
Es cierto que la sintonía es algo que se puede vislumbrar con unas pocas horas de intercambo de experiencias. Pero de ahí a forjar algo sólido va un trecho. Una relación asentada y madura, de cualquier tipo, está cosida con llanto y alegría compartida, con diversidad de aventuras comunes y esfuerzos mútuos por algo que merezca la pena; con discusiones y palabras suaves. Y todo esto requiere... tiempo. Si tuviéramos la sensatez de otorgar perspectiva a las relaciones para valorarlas en su justa medida y la valentía de llamar a las cosas por su nombre, no habría tantas sorpresas ni tan grandes decepciones. Más bien el comentario sería: "es lógico...".
Una pizca de conocimiento propio no va mal tampoco para el hatillo de un peregrino de la vida. Un escritor fascinante, tal cual es Julio Verne, se lanzó hace más de un siglo a la creación de la novela científica; y lo logró. Tenía, al principio de su carrera, la noción de que el hombre, con la técnica y el raciocinio llegaría a la conquista final de todo. Pero se olvidó de lo más importante: la batalla del espíritu. Murió de un modo extraño. Ni de su padre recibió amor, comprensión, promoción, ni se lo supo dar a su hijo. No se entregó a querer a su esposa y ni siquiera se casó por amor. Muere ciego, inválido, medio sordo y algo sombrío. Aunque ahí queda su portentosa obra literaria.